Mantener la insulina fría mientras se viaja es una preocupación habitual; por suerte, no tiene por qué ser demasiado difícil.
Tanto si viaja con plumas de insulina como con viales, cerca o lejos, intentaremos responder a todas sus preguntas en esta breve guía, entre las que se incluyen:
Las principales preguntas que tendrás que responder para saber qué hacer son durante cuánto tiempo vas a viajar y cuánto calor va a hacer en tu destino. Este práctico diagrama de flujo resume lo que debe hacer en función de esa información:

¿Cuánto tiempo puede guardar la insulina fuera del refrigerador?
La insulina puede permanecer fuera del frigorífico durante hasta 28 díasa temperaturas de hasta 30 °C. Esto es válido tanto para un bolígrafo o vial nuevo como para uno que ya esté en uso. Así que si vas a viajar durante menos de un mes y no hace calor en tu destino, quítate esta preocupación de encima y llévate la insulina donde te resulte más cómodo. Nos alegramos de tener nuevos clientes aquí en BreezyPacks, pero si realmente no necesitas nuestros productos, ¡preferimos que lo sepas! Hay suficientes personas que lo hacen. No obstante, asegúrate de mantenerla alejada del sol y del calor directo, y deshazte de la insulina que no utilices cuando vuelvas a casa si ha estado almacenada fuera demasiado tiempo.
¿Cómo mantener fría la insulina cuando se viaja a lugares calurosos?
Algunos de los mejores lugares para viajar pueden ser bastante calurosos, y si lo tuyo son las vacaciones en la playa, ¡casi todos lo son! Entonces, ¿qué hacer cuando las temperaturas exteriores son demasiado altas para transportar la insulina con seguridad?
La solución de la vieja escuela es congelar unos paquetes de gel o utilizar hielo y llevarlos en una nevera con tu insulina. Ten en cuenta que esto a veces puede hacer que la insulina se congele y se destruya. Para evitarlo, no utilices paquetes de gel que se congelen por debajo de 0°C / 32°F (muchos de ellos lo hacen), y cuando utilices hielo normal, evita que esté en contacto directo con tu insulina, y deja que se descongele un poco antes de cerrarlo en la nevera. Esto significará que el hielo ha alcanzado su punto de fusión y es mucho menos probable que la insulina se enfríe en exceso.
El enfoque más moderno consiste en utilizar una caja de refrigeración por insulina. Hay muchos en el mercado, pero la mayoría se presentan en tres variedades principales:
Sencillas maletas isotérmicas con bolsas de gel congelable, básicamente lo mismo que hielo en una nevera. Algunos de los nuevos utilizan una botella térmica aislada al vacío, lo que puede hacer que duren mucho más, pero también conlleva un mayor riesgo de congelación si se utilizan incorrectamente.
Refrigeradores de insulina basados en la evaporación; Los primeros y más famosos son las bolsas Frio. Deben empaparse en agua, tras lo cual enfrían la insulina por evaporación, igual que el sudor enfría el cuerpo. Esta es una gran solución para muchas personas, ya que no requiere electricidad ni acceso a un congelador. Las principales desventajas de éstos son que están húmedos/mojados mientras se usan, necesitan estar expuestos al aire, y no funcionan bien en ambientes de alta humedad (igual que sudar no te refresca mucho cuando hay humedad fuera) – ¡así que quizá no sea lo mejor para unas vacaciones tropicales!
Nuestros BreezyPacks, que funcionan con material de cambio de fase (PCM), se recargan cristalizándose cuando estás en tu habitación/de noche y las temperaturas son más bajas, y enfrían activamente tu insulina cuando hace más calor fuera. Obviamente, no soy objetivo, pero creo que son una gran solución para mantener tu insulina fría mientras viajas y que evita todos los problemas anteriores – Después de todo, esa es exactamente la razón por la que los creamos.
Sea cual sea la solución que elijas, asegúrate de utilizarla realmente. No sirve de mucho tener una nevera portátil o un estuche especial si la insulina acaba guardada en el bolsillo mientras haces senderismo bajo el sol.)
¿Cómo mantener fría la insulina durante un viaje de más de un mes?
Si vas a viajar durante más de un mes, no basta con mantener la insulina a temperatura ambiente: la necesitarás refrigerada, al menos parte del tiempo. La regla general es que la insulina no debe pasar más de un mes en el exterior: si, por ejemplo, vas a viajar durante dos meses, la insulina que utilices durante el primer mes no tiene que estar refrigerada, pero la insulina que guardes durante el segundo mes tiene que pasar al menos el 50% del tiempo en un frigorífico (la mejor opción) o en una nevera con hielo. La mayoría de los hoteles o albergues disponen de una nevera que puedes utilizar, lo que hace que esta tarea sea muy posible. Si utiliza una nevera con hielo, asegúrese de seguir los consejos anteriores para evitar que se congele la insulina.

¿Cómo mantener fría la insulina en un avión?
La respuesta es sencilla: no es necesario mantenerlo frío, basta con evitar que se caliente DEMASIADO.
Como hemos dicho antes, su insulina no tiene ningún problema para aguantar las horas que pase en el avión siempre que la temperatura allí sea inferior a 30°C / 86°F. Las temperaturas más altas son muy poco habituales en un avión, pero asegúrese de no colocar la insulina sobre una rejilla de calefacción, ya que suelen estar situadas junto a los pies de los pasajeros. Si aún así le preocupan las temperaturas del avión, puede utilizar una funda refrigerante para insulina como nuestras BreezyPacks, que se pueden llevar sin problemas a través de los controles de seguridad del aeropuerto.
Si hay algo más que quieras saber sobre volar con suministros para diabéticos, tenemos un artículo entero sobre este tema.
Espero que este artículo haya ayudado a aclarar las cosas. No dude en comentar aquí o enviarnos un mensaje si desea saber algo más 🙂