Cómo funciona

Dentro de nuestros BreezyPacks estan unos materiales llamados materiales de cambio de fase o PCM.

El PCM absorbe y libera energía al cambiar de fase. Puede parecer complicado, pero eso es exactamente lo que hace el hielo: necesita energía para derretirse, que toma del entorno, enfriándolo en el proceso. Entonces se deshace de este exceso de energía cuando se congela, lo que empieza a ocurrir en el momento en que baja de 0 °C.

 

Nuestro PCM presenta algunas diferencias prácticas con respecto al hielo:

  • Se congela a 27°C / 80°F.
    Esto significa que no necesita congelador: puede congelarse a temperatura ambiente.
    También significa que es perfectamente adecuado para mantener su medicamento por debajo de 30°C.
  • Dura mucho más que el hielo.
    El hielo se derrite mucho más rápido en un ambiente caluroso que, por ejemplo, en la nevera. Esto se debe a que la velocidad de derretimiento está relacionada con la distancia a la que se encuentra de su punto de fusión. Como el punto de congelación de nuestro PCM es muy superior al del hielo, dura mucho más que éste en un ambiente caluroso.

Pero, al igual que el hielo puede convertirse en agua y viceversa infinitas veces, nuestro PCM tampoco se degrada en la transición y, en teoría, puede durar para para siempre.

¿Cómo se construye?

El PCM de los BreezyPacks está encerrado en bolsas de polímero metalizado, similar a Bolsas de Mylar®, de espesor relativamente elevado. Estas bolsas son muy resistentes y prácticamente a prueba de fugas, y se guardan en bolsillos especiales en el forro de la mochila. No necesita verlos ni interactuar con ellos mientras utiliza el producto.

Otro componente que no verás es la capa aislante, fabricada con fieltro reciclado, que ayuda a que tu BreezyPack dure más en el calor.

Todo ello se envuelve en lienzo de lino, que es muy duradero y respetuoso con el medio ambiente, ya que su cultivo requiere menos agua y pesticidas que el del algodón. Creemos que estos detalles sí importan.

 

 

¿Cómo se prueba?

El desarrollo de BreezyPacks comenzó en un trozo de papel, con cálculos teóricos de transferencia de calor y fórmulas químicas.

Después vienen las pruebas de laboratorio: cuando presentamos nuevos modelos y antes de cada producción en serie, se lleva una muestra a nuestro laboratorio y se prueba en diversas condiciones. De 2 a 4 sensores comprueban el cambio de temperatura en diferentes zonas del envase a intervalos de 1 minuto, con sensores adicionales fuera del envase, en la instalación de pruebas de temperatura controlada.

Comprobamos cuánto dura, cuánto calor aguanta, si se regenera lo bastante rápido y otros muchos factores… ¡Es sorprendente lo mucho que hay que pensar en un producto de aspecto tan sencillo!

También realizamos controles de calidad continuos: cada lote de material activo se funde y se comprueba su uniformidad, y cada producto se inspecciona para detectar fugas u otros problemas tras el montaje.

La última fase es estar atentos a los comentarios de nuestros usuarios: Cada comentario o problema con un producto del que nos informa un cliente se transmite a nuestro equipo de laboratorio, y continuamente intentamos mejorar nuestros productos y desarrollar nuevos modelos para responder a sus necesidades.